Septiembre - 2023
Proverbios 14:5
"¿Respiras aire o mentiras?"
El testimonio verás es muy importante para Dios, puesto que refleja el carácter de la persona. Hay personas que mienten con mucha facilidad. Para ellos mentir es como respirar.
“El testigo honrado no miente; el testigo falso respira mentiras”, (Proverbios 14:5, NTV).
“El testigo verdadero no mentirá; Mas el testigo falso hablará mentiras”, (Proverbios 14:5, RV60).
Proverbios 14:4
"Inconvenientes necesarios"
Hay ocasiones en que quisiéramos evitar ciertos inconvenientes, pero algunos de ellos también traen beneficios y hasta puedan ser necesarios y para nuestro bien.
“Sin bueyes un establo se mantiene limpio, pero se necesita un buey fuerte para una gran cosecha”, (Proverbios 14:4, NTV).
“Sin bueyes el granero está vacío; Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan”, (Proverbios 14:4, RV60).
Proverbios 14:3
"Palabras que hieren o protegen"
Las palabras que usamos pueden ser para nuestra propia destrucción o edificación. Es necesario pensar y decidir no caer necedad, si no más bien usar palabras sabias al hablar.
“Las palabras arrogantes del necio se convierten en una vara que lo golpea,
pero las palabras de los sabios los protegen”, (Proverbios 14:3, NTV).
“En la boca del necio está la vara de la soberbia; Mas los labios de los sabios los guardarán”, (Proverbios 14:3, RV60).
Proverbios 14:1-2
"¿Sabio o necio?"
Los proverbios hablan muchas veces presentando un contrate. En este caso habla de las personas sabias y las personas necias, y las diferencias que hay en sus vidas y sus caminos.
“La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba. El que camina en su rectitud teme a Jehová; Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia”, (Proverbios 14:1-2, RV60).
“La mujer sabia edifica su hogar, pero la necia con sus propias manos lo destruye. Los que siguen el buen camino temen al Señor; los que van por mal camino lo desprecian”, (Proverbios 14:1-2, NTV).
Salmo 27:7-8
"Buscaré tu rostro"
La oración es un elemento muy importante en nuestra comunión con Dios, y el salmistalo menciona en muchos de sus salmos. Buscar el rostro de Dios, es buscarlo en oración, buscar su compañía, su comunión.
“Escúchame cuando oro, oh Señor; ¡ten misericordia y respóndeme! Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, Señor»” (Salmo27:7-8, NTV).
“Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; Ten misericordia de mí, y respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová” (Salmo 27:7-8, RV60).
Salmo 27:5-6
"Dios me esconderá"
La protección de Dios para con los suyos es tal que el salmista lo compara a ser escondido por Dios en el lugar más seguro, delante de su misma presencia, en su santuario.
Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová (Salmo 27:5-6, RV60).
“Pues él me ocultará allí cuando vengan dificultades; me esconderá en su santuario. Me pondrá en una roca alta donde nadie me alcanzará. Entonces mantendré mi cabeza en alto, por encima de los enemigos que me rodean. En su santuario ofreceré sacrificios con gritos de alegría, y con música cantaré y alabaré al Señor (Salmo 27:5-6, NTV).
Salmo 27:4
"Lo que más anhelo"
El salmista expresa su mayor anhelo, y sorprendentemente no era el tener muchas riquezas, fama o poder. Su mayor anhelo era estar en la presencia de Dios.
“Lo único que le pido al Señor —lo que más anhelo— es vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del Señor y meditando dentro de su templo”, (Salmo 27:4, NTV).
“Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”, (Salmo 27:4, RV60).
Salmo 27:3
"Estaré confiado"
El salmista habla de su confianza en el Señor en medio de circunstancias muy peligrosas y extremas. Esta confianza nace de su conocimiento del poder de Dios.
“Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado”, (Salmo 27:3, RV60).
“Aunque un ejército poderoso me rodee, mi corazón no temerá. Aunque me ataquen, permaneceré confiado”, (Salmo 27:3, NTV).
Salmo 27:2
"Los malos tropezarán"
El salmista sabe bien que la protección de Dios va a causa que sus enemigos fallen en sus intentos de hacerle daño. Dios les va a poner tropiezo.
“Cuando los malvados vengan a devorarme, cuando mis enemigos y adversarios me ataquen, tropezarán y caerán”, (Salmo 27:2, NTV).
“Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron”, (Salmo 27:2, RV60).
Salmo 27:1
"Dios es mi luz"
El salmista escribe una serie de preguntas retóricas hablando de la protección y seguridad que recibe de parte de Dios mismo. Si confiamos en Dios, nosotros podríamos preguntarnos lo mismo.
“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”, (Salmo 27:1, RV60).
“El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer? El Señor es mi fortaleza y me protege del peligro, entonces ¿por qué habría de temblar?” (Salmo 27:1, NTV).
Salmo 18:16-17
"Dios me rescata"
El Salmista declara como Dios lo rescata de enemigos que son más grandes y más fuertes que él con su gran poder.
“Él extendió la mano desde el cielo y me rescató; me sacó de aguas profundas. Me rescató de mis enemigos poderosos, de los que me odiaban y eran demasiado fuertes para mí”, (Salmo 18:16-17, NTV).
“Envió desde lo alto; me tomó, Me sacó de las muchas aguas. Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo”, (Salmo 18:16-17, RV60).
Salmo 18:7
"La tierra tiembla"
Muchos no saben que Dios se indigna cuando sus hijos son maltratados. El salmista lo expresa y comunica que la indignación del Señor es tanta que hasta la tierra tiembla.
“La tierra fue conmovida y tembló; Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él”, (Salmo 18:7, RV60).
“Entonces la tierra se estremeció y tembló. Se sacudieron los cimientos de las montañas; temblaron a causa de su enojo”, (Salmo 18:7, NTV).
Salmo 18:6
"El Señor me oye"
Es reconfortante saber que, no importa que tan grave o angustiosa pueda ser nuestra situación, cuando oramos el Señor escucha la oración de los suyos.
“Pero en mi angustia, clamé al Señor; sí, oré a mi Dios para pedirle ayuda. Él me oyó desde su santuario; mi clamor llegó a sus oídos”, (Salmo 18:6, NTV).
“En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos”, (Salmo 18:6, RV60).
Salmo 18:4-5
"Rodeado por la muerte"
Hay situaciones difíciles en nuestras vidas, pero en los tiempos del salmista, él hablaba literalmente de situaciones de vida o muerte con sus enemigos.
“Me rodearon ligaduras de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. Ligaduras del Seol me rodearon, Me tendieron lazos de muerte”, (Salmo 18:4-5, RV60).
“Me enredaron las cuerdas de la muerte; me arrasó una inundación devastadora. La tumba me envolvió con sus cuerdas; la muerte me tendió una trampa en el camino”, (Salmo 18:4-5, NTV).
Salmo 18:3
"Me libra de mis enemigos"
El salmista sabe que Dios le puede salvar o librar de sus enemigos, por eso clama a Dios, quien es tabién digno de ser alabado.
“Clamé al Señor, quien es digno de alabanza, y me salvó de mis enemigos”, (Salmo 8:3, NTV).
“Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos”, (Salmo 18:3, RV60).
Salmo 18:1-2
"MI libertador"
En este Salmo, el salmista expresa su confianza en Dios, su fortaleza protectora y su libertador de cualquier peligro.
“Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio”, (Salmo 18:1-2, RV60).
“Te amo, Señor; tú eres mi fuerza. El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro”, (Salmo 18:1-2, NTV).
1 Juan 5:21
" Aléjense de los ídolos"
La última advertencia o exhortación del apóstol Juan a los receptores de su primera carta es que se deben de guardar, alejar de todo aquello que los pueda apartar o que ocupe el lugar de Dios.
“Queridos hijos, aléjense de todo lo que pueda ocupar el lugar de Dios en el corazón”, (1 Juan 5:21, NTV).
“Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén”, (1 Juan 5:21 RV60).
1 Juan 5:20
"En comunión con el Dios verdadero"
Juan declara que aquellos que han creído que Jesús es el hijo de Dios y que ha venido en carne, ha recibido de él el entendimiento para conocer al Padre, el Dios verdadero.
“ Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos conocer al Dios verdadero. Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y él es la vida eterna”, (1 Juan 5:20, NTV).
“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna” (1 Juan 5:20, RV60).