Abril - 2024
Salmo 100:4a
"En la presencia de Dios"
Hay una invitación al salmista a entrar a la presencia de Dios, en este caso, al templo y darle a gracias a Dios y alabanza.
“Entren por sus puertas con acción de gracias; vayan a sus atrios con alabanza”, (Salmo 100:4a, NTV).
“Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza”, (Salmo 100:4a, RV60).
Salmo 100:3
"Reconozcan al Dios verdadero"
Este salmo nos invita a reconocer que solo hay un Dios, y ese es Jehová, el Dios de Israel. Aunque en el mundo se proclama la existencia de otros dioses, solo hay un Dios verdadero.
“Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado”, (Salmo 100:3, RV60).
“¡Reconozcan que el Señor es Dios! Él nos hizo, y le pertenecemos; somos su pueblo, ovejas de su prado”, (Salmo 100:3, NTV).
Salmo 100:2
"Sirvan a Dios con alegría"
El salmista habla ahora de servir a Dios con alegría. Ya habló de cantar a Dios con alegría y ahora anima a los oyentes y cantores a venir delante de su presencia con alegría.
“Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo”, (Salmo 100:2, RV60).
” Adoren al Señor con gozo. Vengan ante él cantando con alegría”, (Salmo 100:2, NTV).
Salmo 100:1
"Canten a Dios con alegría"
Este salmo nos invita a adorar a Dios, y a hacerlo con alegría. La invitación es para todos los habitantes de toda la tierra.
“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra”, (Salmo 100:1, RV60).
“¡Aclamen con alegría al Señor, habitantes de toda la tierra!”, (Salmo 100:1, NTV).
Salmo 119:40
"Anhelo obedecerte"
El salmista habla de ya no querer pecar contra Dios, pero también expresa su deseo de obedecer a Dios y de ser renovado.
“¡Anhelo obedecer tus mandamientos! Renueva mi vida con tu bondad”, (Salmo 119:40, NTV).
“He aquí yo he anhelado tus mandamientos; Vivifícame en tu justicia”, (Salmo 119:40, RV60).
Salmo 119:39
"Ayúdame a dejar el pecado"
Una súplica que vemos en este salmo, la hace el autor, pidiéndole a Dios que le ayude a abandonar los caminos vergonzosos, es decir, el pecado.
“Ayúdame a abandonar mis caminos vergonzosos, porque tus ordenanzas son buenas”, (Salmo 119:39, NTV).
“Quita de mí el oprobio que he temido, Porque buenos son tus juicios”, (Salmo 119:39, RV60).
Salmo 119:38
"Confirma tu promesa"
Dios nunca falla y siempre cumple sus promesas. Sin embargo, si empezamos a dudar, podemos pedir a Dios que nos confirme sus promesas.
“Confirma a tu siervo tu promesa, la promesa que hiciste a los que te temen”, (Salmo 119:38, NTV).
“Confirma tu palabra a tu siervo, Que te teme”, (Salmo 119:38, RV6).
Salmo 119:36-37
"Hay vida en tu palabra"
El salmista le pide al Señor que reemplace deseo que no son buenos por el amor a su palabra, ya que en ella el salmista puede encontrar vida.
“Dame entusiasmo por tus leyes en lugar de amor por el dinero. Aparta mis ojos de cosas inútiles y dame vida mediante tu palabra”, (Salmo 119:36-37, NTV).
“Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia. Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino”, (Salmo 119:36-37, RV60).
Salmo 119:35
"Ahí está mi felicidad"
El salmista le pide al Señor que lo guíe por sus caminos, por sabe que ahí es donde va a encontrar la verdadera felicidad.
“Hazme andar por el camino de tus mandatos, porque allí es donde encuentro mi felicidad”, (Salmo 119:35, NTV).
“Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad”, (Salmo 119:35, RV60).
Salmo 119:33-34
"Los guardaré hasta el fin"
Dios quiere, no solo que conozcamos su palabra, sino que la pongamos por obra todos los días de nuestra vida.
“Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin. Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón” (Salmo 119:33-34, RV60).
“Enséñame tus decretos, oh Señor; los cumpliré hasta el fin. Dame entendimiento y obedeceré tus enseñanzas; las pondré en práctica con todo mi corazón”, (Salmo 119:33-34, NTV).
1 Pedro 4:19
"Confíen su vida a Dios"
Si hay sufrimiento a casusa de seguir a Cristo, el creyente debe de confiar en Dios, saber que él está en control y seguir haciendo el bien.
“De modo que, si sufren de la manera que agrada a Dios, sigan haciendo lo correcto y confíenle su vida a Dios, quien los creó, pues él nunca les fallará”, (1 Pedro 4:19, NTV).
“De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien”, (1 Pedro 4:19, RV60).
1 Pedro 4:18
"Dos tipos de juicios"
Pedro habla a sus lectores acerca del juicio que van a recibir tanto salvos como no salvos.
“Además, «Si los justos a duras penas se salvan, ¿qué será de los pecadores que viven sin Dios?»” (1 Pedro 4:18, NTV).
“Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?
(1 Pedro 4:18, RV60).
Proverbios 11:31 NTV:
“Si los justos reciben su recompensa aquí en la tierra,
¡cuánto más los pecadores perversos!”
1 Pedro 4:16-17
"No es vergonzoso sufrir por Cristo"
Ahora Pedro les recuerda a los creyentes de la diáspora que no es motivo de vergüenza que ellos sufran por ser creyentes.
“En cambio, no es nada vergonzoso sufrir por ser cristianos. ¡Alaben a Dios por el privilegio de que los llamen por el nombre de Cristo! Pues ha llegado el tiempo del juicio, y debe comenzar por la casa de Dios; y si el juicio comienza con nosotros, ¿qué terrible destino les espera a los que nunca obedecieron la Buena Noticia de Dios?”, (1 Pedro 4:16-17, NTV).
“pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?”, (1 Pedro 4:16-17, RV60).
1 Pedro 4:14-15
"Insultados por seguir a Cristo"
Pedro les habla ahora a sus lectores de una buena razón por la cual pueden ser insultados y lo contrasta con una mala razón de ser insultados.
“Si los insultan porque llevan el nombre de Cristo, serán bendecidos, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes. Sin embargo, si sufren, que no sea por matar, robar, causar problemas o entrometerse en asuntos ajenos”, (1 Pedro 4:14-15, NTV).
“Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno”, (1 Pedro 4:14-15, RV60).
1 Pedro 4:12-13
"No se sorprendan"
Las pruebas que llegan a la vida del creyente, no deben de ser una sorpresa. Pedro nos recuerda a todos que las pruebas deben de ser motivo de gozo.
“Queridos amigos, no se sorprendan de las pruebas de fuego por las que están atravesando, como si algo extraño les sucediera. En cambio, alégrense mucho, porque estas pruebas los hacen ser partícipes con Cristo de su sufrimiento, para que tengan la inmensa alegría de ver su gloria cuando sea revelada a todo el mundo”, (1 Pedro 4:12-13, NTV).
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría”, (1 Pedro 4:12-13, RV60).
1 Pedro 4:11
"Cada uno según su don"
En este versículo Pedro se toma el tiempo de animar a los creyentes a ejercitar sus dones espirituales.
“ ¿Has recibido el don de hablar en público? Entonces, habla como si Dios mismo estuviera hablando por medio de ti. ¿Has recibido el don de ayudar a otros? Ayúdalos con toda la fuerza y la energía que Dios te da. Así, cada cosa que hagan traerá gloria a Dios por medio de Jesucristo. ¡A él sea toda la gloria y todo el poder por siempre y para siempre! Amén”, (1 Pedro 4:11, NTV).
“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”, (1 Pedro 4:11, RV60).
1 Pedro 4:9-10
"Buenos administradores"
Pedro le pide a sus lectores que usen bien lo que Dios les ha dado, incluyendo sus dones.
“Abran las puertas de su hogar con alegría al que necesite un plato de comida o un lugar donde dormir. Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros”, (1 Pedro 4:9-10, NTV).
“ Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”, (1 Pedro 4:9-10, RV60).
1 Pedro 4:7-8
"El amor hace la diferencia"
Pedro recuerda a sus lectores que el fin del mundo está cerca y les recuerda a los creyentes que deben de mostrar un buen testimonio y amor unos por los otros.
“ El fin del mundo se acerca. Por consiguiente, sean serios y disciplinados en sus oraciones. Lo más importante de todo es que sigan demostrando profundo amor unos a otros, porque el amor cubre gran cantidad de pecados”, (1 Pedro 4:7-8, NTV).
“Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”, (1 Pedro 4:7-8, RV60).
1 Pedro 4:6
"La gran diferencia"
Pedro ahora habla de aquellos creyentes que vivieron antes que sus lectores y que ya murieron. Ellos, están muertos en la carne, pero viven para siempre con Dios.
“Por esta razón, la Buena Noticia fue predicada a los que ahora están muertos; aunque fueron destinados a morir como toda la gente, ahora vivirán para siempre con Dios en el Espíritu” (1 Pedro 4:6, NTV).
“Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios”, (1 Pedro 4:6, RV60).
1 Pedro 4:3-5
"Ya fue suficiente de eso"
Hay cosas que el creyente debe de hacer para agradar a Dios. Pero también hay cosas que el creyente debe de hacer para agradar a Dios. Pedro les recuerda a sus lectores que ya han hecho suficientes cosas en la carne y que ya no deben de participar de ellas, con el fin de agradar a Dios.
“En el pasado, han tenido más que suficiente de las cosas perversas que les gusta hacer a los que no tienen a Dios: inmoralidad y pasiones sexuales, parrandas, borracheras, fiestas desenfrenadas y abominable adoración a ídolos. No es de extrañarse que sus amigos de la vieja vida se sorprendan de que ustedes ya no participan en las cosas destructivas y descontroladas que ellos hacen. Por eso los calumnian, pero recuerden que ellos tendrán que enfrentarse con Dios, quien está listo para juzgar a todos, tanto a vivos como a muertos”, (1 Pedro 4:3-5, NTV)
“Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. A estos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos”, (1 Pedro 4:3-5, RV60)
1 Pedro 4:1-2
"Teniendo la misma actitud de Cristo"
A estos cristianos que han vivido persecución, Pedro les recuerda que deben de tener la misma actitud de Cristo ante el sufrimiento. Cristo también sufrió y sin culpa alguna.
“Por lo tanto, ya que Cristo sufrió dolor en su cuerpo, ustedes prepárense, adoptando la misma actitud que tuvo él y estén listos para sufrir también. Pues, si han sufrido físicamente por Cristo, han terminado con el pecado. No pasarán el resto de la vida siguiendo sus propios deseos, sino que estarán ansiosos de hacer la voluntad de Dios” (1 Pedro 4:1-2, NTV)
“Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios”, (1 Pedro 4:1-2, RV60).
1 Pedro 3:22
"A la diestra de Dios"
Pedro le deja saber a sus lectores que Cristo, el hijo de Dios, está sentado en el lugar de honor, es decir, al lado derecho del Padre gobernando.
“Ahora Cristo ha ido al cielo. Él está sentado en el lugar de honor, al lado de Dios, y todos los ángeles, las autoridades y los poderes aceptan su autoridad”, (1 Pedro 3:22, NTV)
“quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades”, (1 Pedro 3:22, RV60)
1 Pedro 3:19-21
"Cristo, el bautismo y la salvación"
Pedro habla de la importancia de la resurrección de Cristo y menciona algunos datos importantes de la salvación y el bautismo.
“Por lo tanto, fue a predicarles a los espíritus encarcelados, esos que desobedecieron a Dios hace mucho tiempo, cuando Dios esperaba con paciencia mientras Noé construía su barco. Solo ocho personas se salvaron de morir ahogadas en ese terrible diluvio. El agua del diluvio simboliza el bautismo que ahora los salva a ustedes—no por quitarles la suciedad del cuerpo, sino porque responden a Dios con una conciencia limpia—y es eficaz por la resurrección de Jesucristo”, (1 Pedro 3:19-21, NTV).
“en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”, (1 Pedro 3:19-21, RV60).
1 Pedro 3:18
"Cristo sufrió por nuestros pecados"
Pedro les recuerda a sus lectores de la realidad que Cristo murió una sola vez por sus pecados y que él nunca pecó.
“Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios. Sufrió la muerte física, pero volvió a la vida en el Espíritu”, (1 Pedro 3:18, NTV).
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”, (1 Pedro 3:18, RV60).
1 Pedro 3:15-17
"Sufrir por hacer el bien"
Pedro le habla a los creyentes en persecución del sufrimiento, y les recuerda que es mejor sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.
“ En cambio, adoren a Cristo como el Señor de su vida. Si alguien les pregunta acerca de la esperanza que tienen como creyentes, estén siempre preparados para dar una explicación; pero háganlo con humildad y respeto.[c] Mantengan siempre limpia la conciencia. Entonces, si la gente habla en contra de ustedes será avergonzada al ver la vida recta que llevan porque pertenecen a Cristo. Recuerden que es mejor sufrir por hacer el bien—si eso es lo que Dios quiere—¡que sufrir por hacer el mal!”, (1 Pedro 3:15-17, NTV).
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal”, (1 Pedro 3:15-17, RV60)
1 Pedro 3:15-17
"Sufrir por hacer el bien"
Pedro le habla a los creyentes en persecución del sufrimiento, y les recuerda que es mejor sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.
“ En cambio, adoren a Cristo como el Señor de su vida. Si alguien les pregunta acerca de la esperanza que tienen como creyentes, estén siempre preparados para dar una explicación; pero háganlo con humildad y respeto.[c] Mantengan siempre limpia la conciencia. Entonces, si la gente habla en contra de ustedes será avergonzada al ver la vida recta que llevan porque pertenecen a Cristo. Recuerden que es mejor sufrir por hacer el bien—si eso es lo que Dios quiere—¡que sufrir por hacer el mal!”, (1 Pedro 3:15-17, NTV).
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal”, (1 Pedro 3:15-17, RV60)
1 Pedro 3:13-14
"¿Quién les puede hacer daño?
Pedro lanza una pregunta a su lectores después de haberlos exhortado a hacer lo bueno.
“Ahora bien, ¿quién querrá hacerles daño si ustedes están deseosos de hacer el bien? Pero, aun si sufren por hacer lo correcto, Dios va a recompensarlos. Así que no se preocupen ni tengan miedo a las amenazas”, (1 Pedro 3:1-14, NTV).
“¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis” (1 Pedro 3:13-14 RV60).