Febrero - 2024

1 Pedro 1:6-7
"Probada con fuego"

Pedro sabe que los hermanos a los que les escribe están siendo probados. Su fe está siendo purificada como por fuego.

“Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo”, (1 Pedro 1:6-7, NTV).

 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”, (1 Pedro 1:6-7, RV60). 

1 Pedro 1:4-5
"Tenemos herencia"

Pedro les recuerda a los cristianos en persecución que, aunque lo pudieran haber perdido todo, ellos tienen herencia en el cielo.

“y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse. Por la fe que tienen, Dios los protege con su poder hasta que reciban esta salvación, la cual está lista para ser revelada en el día final, a fin de que todos la vean”, (1 Pedro 1:4-5, NTV)

 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,  que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”, (1 Pedro 1:4-5, RV60)

1 Pedro 1:3
"En Cristo nacimos de nuevo"

Pedro explica a creyentes que sufrían persecución que Dios los hizo renacer para una esperanza viva. Estas debeieron de ser verdaderas palabras de aliento para creyentes que enfrentaban la muerte.

“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos”, (1 Pedro 1:3, RV60).

“Que toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Es por su gran misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a Jesucristo de los muertos. Ahora vivimos con gran expectación”, (1 Pedro 1:3, NTV).

1 Pedro 1:1-2
"Paz en tiempos difíciles"

La primera carta de Pedro es escrita a una iglesia que estaba en medio de la persecución. Aún así Pedro les desea paz y gracia de parte de Dios.

“Yo, Pedro, apóstol de Jesucristo, escribo esta carta a los elegidos por Dios que viven como extranjeros en las provincias de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. Dios Padre los conocía y los eligió desde hace mucho tiempo, y su Espíritu los ha hecho santos. Como resultado, ustedes lo obedecieron y fueron limpiados por la sangre de Jesucristo. Que Dios les conceda cada vez más gracia y paz”, (1 Pedro 1:1-2, NTV).

“Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas”, (1 Pedro 1:1-2, RV60).

Salmo 121:8
"De principio a fin"

 El Señor va a estar con los suyos desde el principio hasta el final. Todos los días de la vida de aquel que ha puesto su confianza en él.

“El Señor te protege al entrar y al salir, ahora y para siempre”, (Salmo 121:8, NTV).

“Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre”, (Salmo 121:8, RV60).

Salmo 121:7
"Te libra de todo mal"

Dios puede librarnos de todo mal y guardar nuestras vidas. No quiere decir que no nos va a pasar nada, sino que todo lo que pase en nuestras vidas, son para nuestro bien.

“El Señor te libra de todo mal y cuida tu vida”, (Salmo 121:7, NTV).

“Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma”, (Salmo 121:7, RV60).

Salmo 121:6
" 24/7 "

El salmista describe como la protección de Dios es continua. Dios nos protege de día y de noche. Nos protege de diferentes peligros, ya que él nunca duerme.

“El sol no te hará daño durante el día, ni la luna durante la noche”, (Salmo 121:6, NTV).

“El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche”, (Salmo 121:6, RV60)

Salmo 121:4-5
"Dios no duerme, ni se adormece"

Dios es el protector de los suyos y es imposible que Dios falle en esta tarea, ya que Dios no duerme y tampoco se adormece. Dios está siempre alerta y por eso puedes confiar en su protección. 

“En efecto, el que cuida a Israel nunca duerme ni se adormece. ¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora”, (Salmo 121:4-5, NTV).

“He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha”, (Salmo 121:4-5, RV60).

Salmo 121:3
"Dios te cuida"

Dios nunca no permitirá que aquellos que le aman tropiecen, y además, siempre va a cuidar, a guardarlos. Así que los que amamos a Dios podemos estar tranquilos.

“No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda”, (Salmo 121:3, RV60).

“Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá”, (Salmo 121:3, NTV).

Salmo 121:1-2
"¿De dónde vendrá mi socorro?"

En los momentos de necesidad o de situaciones difíciles debemos de saber que en el creador está nuestra esperanza.

“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra”, (Salmo 121:1-2, RV60).

“Levanto la vista hacia las montañas; ¿viene de allí mi ayuda? ¡Mi ayuda viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra!”, (Salmo 121:1-2, NTV).

Salmo 9:13-14
"Rescatado para alabar"

El salmista le pide a Dios que lo salve de la muerte física, ya que sus enemigos lo querían muerto. Y David tiene planeado alabar a Dios públicamente.

“Señor, ten misericordia de mí. Mira cómo me atormentan mis enemigos; arrebátame de las garras de la muerte. Sálvame, para que te alabe públicamente en las puertas de Jerusalén, para que me alegre porque me has rescatado”, (Salmo 9:13-14, NTV).

“Ten misericordia de mí, Jehová; Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen, Tú que me levantas de las puertas de la muerte, Para que cuente yo todas tus alabanzas En las puertas de la hija de Sion, Y me goce en tu salvación”, (Salmo 9:13-14, RV60).

Salmo 9:11-12
"Cuenta a otros de sus maravillosas obras"

El salmista nos anima a contar al mundo de los inolvidables hechos, las maravillas que Dios ha hecho en las vidas de aquellos que le aman.

“Canten alabanzas al Señor, que reina en Jerusalén. Cuéntenle al mundo acerca de sus inolvidables hechos. Pues el vengador de los que son asesinados cuida de los indefensos; no pasa por alto el clamor de los que sufren”, (Salmo 9:11-12, NTV)

“Cantad a Jehová, que habita en Sion; Publicad entre los pueblos sus obras. Porque el que demanda la sangre se acordó de ellos; No se olvidó del clamor de los afligidos”, (Salmo 9:11-12, RV60).

Salmo 9:8-10
"Un refugio para los oprimidos"

Para tener una buena relación con Dios, hay que buscarlo. Y al encontrarlo, debemos de saber que él puede traer justicia a nuestra vida, y ser un refugio para nosotros en tiempos de necesidad.

“Juzgará al mundo con justicia y gobernará a las naciones con imparcialidad. El Señor es un refugio para los oprimidos, un lugar seguro en tiempos difíciles. Los que conocen tu nombre confían en ti, porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan”, (Salmo 9:8-10, NTV).

“Él juzgará al mundo con justicia, Y a los pueblos con rectitud. Jehová será refugio del pobre, Refugio para el tiempo de angustia. En ti confiarán los que conocen tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron”, (Samo 9:8-10, RV60).

Salmo 9:5-7
"El Señor continúa reinando"

Hubo reinos poderosos que se establecieron por muchos años, en ocasiones hasta siglos. Pero estos reinos siempre han caído. El único reino que nunca va a caer es el de nuestro Dios.

“Reprendiste a las naciones y destruiste a los malvados; borraste sus nombres para siempre. El enemigo está acabado; quedó en ruinas eternas. Las ciudades que arrancaste de raíz ya pasaron al olvido. Pero el Señor reina para siempre; desde su trono lleva a cabo el juicio”, (Salmo 9:5-7, NTV).

“Reprendiste a las naciones, destruiste al malo, Borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre. Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre; Y las ciudades que derribaste, Su memoria pereció con ellas. Pero Jehová permanecerá para siempre; Ha dispuesto su trono para juicio”, (Salmo 9:5-7, RV60).

Salmo 9:3-4
"Dios está de tu lado"

Dios es un juez justo que juzga con imparcialidad. Pero el salmista también nos recuerda que por ser justo, si estamos en paz con Dios, Dios estará con nosotros, de nuestro lado.

“Mis enemigos retrocedieron, tambalearon y murieron cuando apareciste. Pues has juzgado a mi favor; desde tu trono juzgaste con imparcialidad”, (Salmo 9:3-4, NTV).

“Mis enemigos volvieron atrás; Cayeron y perecieron delante de ti. Porque has mantenido mi derecho y mi causa; Te has sentado en el trono juzgando con justicia”, (Salmo 9:3-4, RV60).

Salmo 9:1-2
"¡Celebremos al Señor!"

En este Salmo, el salmista nos invita a alabar o celebrar al Señor. Alabar significa celebrar y Dios nos da muchos motivos para celebrar al Señor y cantarle a él.

“Te alabaré, Señor, con todo mi corazón; contaré de las cosas maravillosas que has hecho. Gracias a ti, estaré lleno de alegría; cantaré alabanzas a tu nombre, oh Altísimo”, (Salmo 9:1-2, NTV).

“Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo”, (Salmo 9:1-2, RV60).

Salmo 128:6
"Larga vida a los que le temen"

Una de las mejores bendiciones que Dios podía dar y que se mencionan en el Antiguo Testamento, es una larga vida. Aquellos que tienen a Dios reciben muchas bendiciones y una de ellas puede ser una larga vida.

“Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel”, (Salmo 128:6, RV60)

“Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz”, (Salmo 128:6, NTV).

Salmo 128:5
"Bendiciones de Dios de por vida"

Dios está dispuesto a bendecirnos y quiere que nosotros también seamos de bendición a otros. Dios es bueno y bendice a los suyos.

“Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida”, (Salmo 128:5, RV60).

“Que el Señor te bendiga continuamente desde Sion; que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida”, (Salmo 128:5, NTV).

Salmo 128:3b-4
"Los hijos del hombre que teme a Dios"

Los hijos también pueden ser una bendición para aquellos que temen a Dios. Ellos pueden recibir el ejemplo de su padre y tomar la decisión de también temer a Dios.

“Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre Que teme a Jehová”, (Salmo 128:3b-4, RV60).

“Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa. Esa es la bendición del Señor para los que le temen”, (Salmo 128:3b-4).

Salmo 128:3a
"Un hombre temeroso de Dios tiene una buena esposa"

Tener una esposa que es una bendición es posible para un hombre que primeramente teme a Dios.

“Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa”, (Salmo 128:3a, RV60).

“Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar”, (Salmo 128:3a, NTV).

Salmo 128:2
"El trabajo es una bendición"

En ocasiones, hay cosas que se malinterpretan, y una de esas malinterpretaciones es en relación al trabajo. El trabajo es una bendición y aquel que come del trabajo de sus manos es bienaventurado.

“Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien”, (Salmo 128:2, RV60).

“Gozarás del fruto de tu trabajo; ¡qué feliz y próspero serás!”, (Salmo 128:2, NTV).

Salmo 128:1
"¿Quién es bienaventurado o feliz?"

El salmista nos dice claramente que persona es feliz o bienaventurada. Realmente, hasta nos dice que hacer para ser felices y todo tiene que ver con temer y seguir a Dios.
 
“Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos”, (Salmo 128:1, RV60).

“¡Qué feliz es el que teme al Señor, todo el que sigue sus caminos!”, (Salmo 128:1, NTV)

Salmo 130:8
"¿Cuántos pecados perdona Dios?"

Dios ofrece el perdón de pecados a todo aquel que le pide perdón, y puede perdonar toda clase de pecado gracias al sacrificio de Cristo en la cruz. 

“Él mismo redimirá a Israel de toda clase de pecado”, (Salmo 130:8, NTV).

“Y él redimirá a Israel De todos sus pecados”, (Salmo 130:8, RV60).

Salmo 130:7
"En Jehová hay misericordia"

El salmista le pide a Israel que espere en el Señor, y les da una buena razón, es porque en Jehová hay misericordia.

“Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él”, (Salmo 130:7, RV60).

“Oh Israel, espera en el Señor, porque en el Señor hay amor inagotable; su redención sobreabunda”, (Salmo 130:7, NTV).

Salmo 130:6
"Anhelando la presencia de Dios"

El salmista expresa su gran anhelo de estar con su Dios. Y también nos habla de cómo espera con ansias la presencia de Dios.

“Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana”, (Salmo 130:6, RV60).

“Anhelo al Señor más que los centinelas el amanecer, sí, más de lo que los centinelas anhelan el amanecer”, (Salmo 130:6, NTV).