Septiembre - 2023

Salmo 18:32-34
"Dios me da el poder"

EL salmista sabe que Dios puede fortalecerlo para la batalla. No es que espera que Dios haga todo, él está  dispuesto a pelear.

“Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino; Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas; Quien adiestra mis manos para la batalla, Para entesar con mis brazos el arco de bronce”, (Salmo 18:32-34, RV60).

“Dios me arma de fuerza y hace perfecto mi camino. Me hace andar tan seguro como un ciervo para que pueda pararme en las alturas de las montañas. Entrena mis manos para la batalla; fortalece mi brazo para tensar un arco de bronce”, (Salmo 18:32-34, NTV).

Salmo 34:10
"No te faltará ningún bien"

El salmista usa la figura de un león joven para ejemplificar el hecho de que aún los más fuertes pueden pasar hambre, pero lo contrasta con aquellos que están buscando a Dios, a los cuáles, no les faltará ningún bien.  

“Hasta los leones jóvenes y fuertes a veces pasan hambre, pero a los que confían en el Señor no les faltará ningún bien”, (Salmo 34:10, NTV).

“Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien”, (Salmo 34:10, RV60).

Salmo 34:8-9
"Vean que el Señor es bueno"

Muchas cosas en esta vida se prueban para conocer su calidad. En estos versículos el salmista habla de comprobar la bondad de Dios, la cuál también garantiza que los que le temen tendrán todo lo que necesitan.

“Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él. Temed a Jehová, vosotros sus santos, Pues nada falta a los que le temen”, (Salmo 34:8-9, RV60).

“Prueben y vean que el Señor es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él! Teman al Señor, ustedes los de su pueblo santo, pues los que le temen tendrán todo lo que necesitan”, (Salmo 34:8-9, NTV).

Salmo 34:6-7
"El ángel de Jehová"

El salmista sabe que Dios le libra de sus temores, pero también reconoce que el ángel de Jehová defiende a aquellos que ponen su confianza en Dios.

“Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende”, (Salmo 34:6-7, RV60).

“En mi desesperación oré, y el Señor me escuchó; me salvó de todas mis dificultades. Pues el ángel del Señor es un guardián; rodea y defiende a todos los que le temen”, (Salmo 34:6-7, NTV).

Salmo 34:4-5
"Nos libra de nuestros temores"

El salmista ahora expresa su experiencia en los momentos en los que busca a Dios en oración. Dios siempre escucha la oración de los suyos y esa comunión trae paz y libra de los temores que sentimos.

“Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados”, (Salmo 34:4-5, RV60).

“Oré al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro”, (Salmo 34:4-5, NTV).

Salmo 34:2-3
"Me glorío en Dios"

El salmista se gozaba y se gloriaba en el Señor y lo engrandecía con sus palabras y sus hechos. Pero también animaba a otros a hacer los mismo. ¿Qué haces tú?

“Solo en el Señor me jactaré; que todos los indefensos cobren ánimo. Vengan, hablemos de las grandezas del Señor; exaltemos juntos su nombre”, (Salmo 34:2-3, NTV).

“En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán. Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre”, (Salmo 34:2-3, RV60).

Salmo 34:1
"En todo tiempo"

Un privilegio que tiene todo creyente es el hecho de poder alabar a Dios sin necesidad de estar en un cierto lugar o en una cierta circunstancia. Dios es digno de ser alabado en todo tiempo y en todo lugar.

“Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca”, (Salmo 34:1, RV60).

“Alabaré al Señor en todo tiempo; a cada momento pronunciaré sus alabanzas”, (Salmo 34:1, NTV).

Proverbios 14:8-9
"¿Sabes a dónde vas?"

La palabra de Dios nos revela que aquellos que tememos a Dios podemos conocer a dónde vamos en esta vida, no solamente hablando del destino eterno, sino en nuestro caminar aquí en este mundo.

“Los prudentes saben a dónde van; en cambio, los necios se engañan a sí mismos. Los necios se burlan de la culpa, pero los justos la reconocen y buscan la reconciliación”, (Proverbios 14:8-9, NTV).

“La ciencia del prudente está en entender su camino; Mas la indiscreción de los necios es engaño. Los necios se mofan del pecado; Mas entre los rectos hay buena voluntad” (Proverbios 14:8-9, RV60). 

Proverbios 14:6-7
"Aléjate de los necios"

Hay personas que no nos conviene tener como amigos cercanos, y menos como consejeros. Esas personas que quieren ser sabias pero que realmente son necias, no hay que buscar su consejo.

“Busca el escarnecedor la sabiduría y no la halla; Mas al hombre entendido la sabiduría le es fácil. Vete de delante del hombre necio, Porque en él no hallarás labios de ciencia” (Proverbios 14:6-7, RV60).

“El burlón busca la sabiduría y nunca la encuentra; pero para el entendido, el conocimiento es cosa fácil. No te acerques a los necios, porque no encontrarás conocimiento en sus labios”, (Proverbios 14:6-7, NTV).

Proverbios 14:5
"¿Respiras aire o mentiras?"

El testimonio verás es muy importante para Dios, puesto que refleja el carácter de la persona. Hay personas que mienten con mucha facilidad. Para ellos mentir es como respirar.

“El testigo honrado no miente; el testigo falso respira mentiras”, (Proverbios 14:5, NTV).

“El testigo verdadero no mentirá; Mas el testigo falso hablará mentiras”, (Proverbios 14:5, RV60).

Proverbios 14:4
"Inconvenientes necesarios"

Hay ocasiones en que quisiéramos evitar ciertos inconvenientes, pero algunos de ellos también traen beneficios y hasta puedan ser necesarios y para nuestro bien.

“Sin bueyes un establo se mantiene limpio, pero se necesita un buey fuerte para una gran cosecha”, (Proverbios 14:4, NTV).

“Sin bueyes el granero está vacío; Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan”, (Proverbios 14:4, RV60).

Proverbios 14:3
"Palabras que hieren o protegen"

Las palabras que usamos pueden ser para nuestra propia destrucción o edificación. Es necesario pensar y decidir no caer necedad, si no más bien usar palabras sabias al hablar. 

“Las palabras arrogantes del necio se convierten en una vara que lo golpea,
    pero las palabras de los sabios los protegen”, (Proverbios 14:3, NTV).

“En la boca del necio está la vara de la soberbia; Mas los labios de los sabios los guardarán”, (Proverbios 14:3, RV60).

Proverbios 14:1-2
"¿Sabio o necio?"

Los proverbios hablan muchas veces presentando un contrate. En este caso habla de las personas sabias y las personas necias, y las diferencias que hay en sus vidas y sus caminos.

“La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba. El que camina en su rectitud teme a Jehová; Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia”, (Proverbios 14:1-2, RV60).

“La mujer sabia edifica su hogar, pero la necia con sus propias manos lo destruye. Los que siguen el buen camino temen al Señor; los que van por mal camino lo desprecian”, (Proverbios 14:1-2, NTV).

Salmo 27:7-8
"Buscaré tu rostro"

La oración es un elemento muy importante en nuestra comunión con Dios, y el salmistalo menciona en muchos de sus salmos. Buscar el rostro de Dios, es buscarlo en oración, buscar su compañía, su comunión.
 
“Escúchame cuando oro, oh Señor; ¡ten misericordia y respóndeme! Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, Señor»” (Salmo27:7-8, NTV).

“Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; Ten misericordia de mí, y respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová” (Salmo 27:7-8, RV60).

Salmo 27:5-6
"Dios me esconderá"

La protección de Dios para con los suyos es tal que el salmista lo compara a ser escondido por Dios en el lugar más seguro, delante de su misma presencia, en su santuario.

Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová (Salmo 27:5-6, RV60).

“Pues él me ocultará allí cuando vengan dificultades; me esconderá en su santuario. Me pondrá en una roca alta donde nadie me alcanzará. Entonces mantendré mi cabeza en alto, por encima de los enemigos que me rodean. En su santuario ofreceré sacrificios con gritos de alegría, y con música cantaré y alabaré al Señor (Salmo 27:5-6, NTV).

Salmo 27:4
"Lo que más anhelo"

El salmista expresa su mayor anhelo, y sorprendentemente no era el tener muchas riquezas, fama o poder. Su mayor anhelo era estar en la presencia de Dios.

“Lo único que le pido al Señor —lo que más anhelo— es vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del Señor y meditando dentro de su templo”, (Salmo 27:4, NTV).

“Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”, (Salmo 27:4, RV60).

Salmo 27:3
"Estaré confiado"

El salmista habla de su confianza en el Señor en medio de circunstancias muy peligrosas y extremas. Esta confianza nace de su conocimiento del poder de Dios.

“Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado”, (Salmo 27:3, RV60).

“Aunque un ejército poderoso me rodee, mi corazón no temerá. Aunque me ataquen,     permaneceré confiado”, (Salmo 27:3, NTV).

Salmo 27:2
"Los malos tropezarán"

El salmista sabe bien que la protección de Dios va a causa que sus enemigos fallen en sus intentos de hacerle daño. Dios les va a poner tropiezo.

“Cuando los malvados vengan a devorarme, cuando mis enemigos y adversarios me ataquen, tropezarán y caerán”, (Salmo 27:2, NTV).

“Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron”, (Salmo 27:2, RV60).

Salmo 27:1
"Dios es mi luz"

El salmista escribe una serie de preguntas retóricas hablando de la protección y seguridad que recibe de parte de Dios mismo. Si confiamos en Dios, nosotros podríamos preguntarnos lo mismo.

“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”, (Salmo 27:1, RV60).

“El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer? El Señor es mi fortaleza y me protege del peligro, entonces ¿por qué habría de temblar?” (Salmo 27:1, NTV).

Salmo 18:16-17
"Dios me rescata"

El Salmista declara como Dios lo rescata de enemigos que son más grandes y más fuertes que él con su gran poder.

“Él extendió la mano desde el cielo y me rescató; me sacó de aguas profundas. Me rescató de mis enemigos poderosos, de los que me odiaban y eran demasiado fuertes para mí”, (Salmo 18:16-17, NTV).

“Envió desde lo alto; me tomó, Me sacó de las muchas aguas. Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo”, (Salmo 18:16-17, RV60).

Salmo 18:7
"La tierra tiembla"

Muchos no saben que Dios se indigna cuando sus hijos son maltratados. El salmista lo expresa y comunica que la indignación del Señor es tanta que hasta la tierra tiembla.

“La tierra fue conmovida y tembló; Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él”, (Salmo 18:7, RV60).

“Entonces la tierra se estremeció y tembló. Se sacudieron los cimientos de las montañas; temblaron a causa de su enojo”, (Salmo 18:7, NTV).

Salmo 18:6
"El Señor me oye"

Es reconfortante saber que, no importa que tan grave o angustiosa pueda ser nuestra situación, cuando oramos el Señor escucha la oración de los suyos.

“Pero en mi angustia, clamé al Señor; sí, oré a mi Dios para pedirle ayuda. Él me oyó desde su santuario; mi clamor llegó a sus oídos”, (Salmo 18:6, NTV).

“En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos”, (Salmo 18:6, RV60).

Salmo 18:4-5
"Rodeado por la muerte"

Hay situaciones difíciles en nuestras vidas, pero en los tiempos del salmista, él hablaba literalmente de situaciones de vida o muerte con sus enemigos.

“Me rodearon ligaduras de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. Ligaduras del Seol me rodearon, Me tendieron lazos de muerte”, (Salmo 18:4-5, RV60).

“Me enredaron las cuerdas de la muerte; me arrasó una inundación devastadora. La tumba me envolvió con sus cuerdas; la muerte me tendió una trampa en el camino”, (Salmo 18:4-5, NTV).

Salmo 18:3
"Me libra de mis enemigos"

El salmista sabe que Dios le puede salvar o librar de sus enemigos, por eso clama a Dios, quien es tabién digno de ser alabado.

“Clamé al Señor, quien es digno de alabanza, y me salvó de mis enemigos”, (Salmo 8:3, NTV).

“Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos”, (Salmo 18:3, RV60).

Salmo 18:1-2
"MI libertador"

En este Salmo, el salmista expresa su confianza en Dios, su fortaleza protectora y su libertador de cualquier peligro.

“Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio”, (Salmo 18:1-2, RV60).

“Te amo, Señor; tú eres mi fuerza. El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva  y mi lugar seguro”, (Salmo 18:1-2, NTV).

1 Juan 5:21
" Aléjense de los ídolos"

La última advertencia o exhortación del apóstol Juan a los receptores de su primera carta es que se deben de guardar, alejar de todo aquello que los pueda apartar o que ocupe el lugar de Dios. 

“Queridos hijos, aléjense de todo lo que pueda ocupar el lugar de Dios en el corazón”, (1 Juan 5:21, NTV).

“Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén”, (1 Juan 5:21 RV60).

1 Juan 5:20
"En comunión con el Dios verdadero"

Juan declara que aquellos que han creído que Jesús es el hijo de Dios y que ha venido en carne, ha recibido de él el entendimiento para conocer al Padre, el Dios verdadero.

 Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos conocer al Dios verdadero. Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y él es la vida eterna”, (1 Juan 5:20, NTV).

“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna” (1 Juan 5:20, RV60).